lunes, 16 de diciembre de 2013

Pensando con lo comprendido


Así como el frío no es más que ausencia de calor; El Mal no es más que ausencia de Bien, o sea: olvido del Bien. El frío (como principio esencial) no existe: podemos medir el calor y de la ausencia o presencia de calor, tenemos mayor o menor frío. El mal ni el bien son medibles, pero se pueden establecer analogías dados fenómenos que se prueban a sí mismos constantemente y demostrar que el mal no existe. Así, los contrarios existen para que haya una armonía, y esta armonía resulta de una analogía de esos contrarios; por esto hay movimiento, y por el movimiento es probable y posible la vida, así como el flujo de las ideas. La vida por sí misma tiende al progreso, al bien, a la consciencia. ¡Míranos! venimos de piedras y polvo.

El mal es el olvido del bien así como el frío es la ausencia de calor.

"Las nalgas del diablo son los cachetes de dios."
Razón y Fe son dos disfraces de una misma cosa, dos caras de la misma moneda. Quien comprende esto puede llegar a experimentar la armonía más a menudo. Los contrarios no deben pelearse sino armonizarse. Tendremos buenos gobiernos cuando la derecha y la izquierda se unan por el bien de los pueblos, como manos que se juntan al rezar.

La ciencia y la fe deben re-conocerse como apoyos necesarios para el ser humano poder sacar su mayor potencial a flote, además dicha unión es una manifestación de la misma esencia de la armonía que mueve la vida y el universo, debemos ir del mundo de las ideas a lo terrenal y de lo terrenal al mundo de las ideas, armonizarlo todo para el mayor bien de todos, bajar de las alegorías a las metáforas y de ahí a la materia y vice-versa. La ciencia necesita a la fe y la fe necesita a la ciencia; la ciencia razona, la fe cree o no cree. Estas cosas las necesita y las realiza cualquier ser humano en su vida diaria, quiera o no quiera, sea ateo o creyente. Eso es un Verbo.