Escondido... como una costilla, extraño letras sonrientes con las bocas torcidas exprimiendo cigarros amargos con olor a abuelos. Sonrio con un ojo, abortando lenguas desde lo más profundo de mi boca y juzgo con el hígado las tomas de mi cerebro que trata de ser un cine, o una cámara, que se yo. Guiño un diente, por si las moscas... y escupo una mirada tratando de filmar algo real a ver si por fin los fantasmas dejan de ser incómodos y se convierten por lo menos en zombies.
- Sírvame un copo de nube, por favor, Sr. San Pedro, Con una cereza encima... quiero musas, no vaginas.
- Hay musas putas, con el perdón del señor. La gran mayoría, lo son... prostitutas. Exprimen segundos. Desea gloria?
- No tengo tiempo, solo espermas y un poema. Quiero putas, pero no musas. Quiero musas, pero no putas.
- Hay musas putas, y vírgenes con vaginas... sin usar, sobre todo, sin usar... No se vaya, cómo lo convenzo?
- No... mejor vuelvo a la tierra a cojerme una vagina para que me vengan las musas... pensamientos vírgenes. Yo cago. Tu no?
Quiero musas.
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